La salud se cuida, incluso antes de nacer.

Fomentar conductas saludables en los pequeños es nuestro reto y eje clave en las acciones estratégicas mundiales.

El nivel de riesgo cardiovascular en niños, niñas y adolescentes se ha incrementado en los últimos años. Según el informe de la segunda ola de la Encuesta de Salud (ESFEC), el 35% de los menores (de 1 a 15 años) tiene dos o más factores de riesgo cardiovascular (obesidad y sedentarismo) y, a pesar de todos estos datos negativos, el 97% de las familias españolas con menores a su cargo cree que el estado de salud de estos es bueno o muy bueno.

La evidencia científica disponible sugiere que las intervenciones educativas y participativas de promoción de salud y prevención de los principales factores de riesgos de enfermedad cardiovascular en los niños, niñas y adolescentes, contribuyen a que adopten un estilo de vida saludable que se perpetúa en la mayoría de los casos hasta la vida adulta. A su vez, resaltar la estrecha vinculación entre el respeto medioambiental y el estilo de vida saludable. Los hábitos saludables han de ser sostenibles en el entorno urbano, por este motivo un eje clave es concienciar a educadores, familias y alumnos del impacto de la exposición infantil y juvenil a disruptores endocrinos.

Fruto de este acuerdo, se redactarán convenios específicos de actuación cpn los siguientes objetivos:

  • Reducir el impacto adverso de las enfermedades cardiovasculares y promover una mejor salud cardiovascular en la ciudadanía.
  • Promover estudios científicos y programas de formación en el entorno cotidiano.
  • Promover y organizar reuniones y congresos nacionales e internacionales sobre temas relacionados con la salud de los niño/as y adolescentes.